lunes, 17 de julio de 2017

Charlemos Sobre...La Fuerza de la Palabra

Homilía del XV Domingo Ordinario, 16 de Julio.


Lecturas del Día

Primera Lectura: Isaías 55:10-11
Salmo Responsorial: Salmo 65:10-14
Segunda Lectura: Romanos 8:18-23

Evangelio del Día:

Mateo 13:1-23

1 Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó a orillas del mar.
2 Y se reunió tanta gente junto a él, que hubo de subir a sentarse en una barca, y toda la gente quedaba en la ribera.
3 Y les habló muchas cosas en parábolas. Decía: «Una vez salió un sembrador a sembrar.
4 Y al sembrar, unas semillas cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron.
5 Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no tener hondura de tierra;
6 pero en cuanto salió el sol se agostaron y, por no tener raíz, se secaron.
7 Otras cayeron entre abrojos; crecieron los abrojos y las ahogaron.
8 Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta.
9 El que tenga oídos, que oiga.»
10 Y acercándose los discípulos le dijeron: «¿Por qué les hablas en parábolas?»
11 El les respondió: «Es que a vosotros se os ha dado el conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no.
12 Porque a quien tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará.
13 Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden.
14 En ellos se cumple la profecía de Isaías: Oír, oiréis, pero no entenderéis, mirar, miraréis, pero no veréis.
15 Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado; no sea que vean con sus ojos, con sus oídos oigan, con su corazón entiendan y se conviertan, y yo los sane.
16 «¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen!
17 Pues os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron.
18 «Vosotros, pues, escuchad la parábola del sembrador.
19 Sucede a todo el que oye la Palabra del Reino y no la comprende, que viene el Maligno y arrebata lo sembrado en su corazón: éste es el que fue sembrado a lo largo del camino.
20 El que fue sembrado en pedregal, es el que oye la Palabra, y al punto la recibe con alegría;
21 pero no tiene raíz en sí mismo, sino que es inconstante y, cuando se presenta una tribulación o persecución por causa de la Palabra, sucumba enseguida.
22 El que fue sembrado entre los abrojos, es el que oye la Palabra, pero los preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la Palabra, y queda sin fruto.
23 Pero el que fue sembrado en tierra buena, es el que oye la Palabra y la comprende: éste sí que da fruto y produce, uno ciento, otro sesenta, otro treinta.»

Tomado de: http://www.ewtn.com/espanol/lecturas-del-d%EDa.asp



Homilía del Pbro. Jaime Rivera Bohórquez

Preguntas:

- ¿Por qué Jesús le habla en parábolas al pueblo?
- ¿Cuál es la importancia de la Palabra de Dios?
- ¿Cuál es la actitud de aquel que tiene esperanza?

Tarea de la Semana:

Reflexionar: ¿yo he puesto la parte que me corresponde en la siembra de la Palabra en mi vida? ¿estoy escuchando la Palabra del Señor?

Oración:

Señor, te agradezco infinitamente por sembrar en mi la fe y la Palabra. Te pido Señor, que yo pueda abrir mi corazón para que tú des fruto abundante en mi, y en los que me rodean. Que pueda hacer vida tu palabra, y que sea un cristiano lleno de esperanza. Amén.

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