domingo, 15 de diciembre de 2013

Charlemos Sobre... Alegría, Pobreza y Espera

Homilía del Tercer Domingo de Adviento, 15 de Diciembre.


Lecturas del Día:

Primera Lectura: Isaías 35, 1 - 6; 10
Salmo Responsorial: Salmo 146, 6 - 10
Segunda Lectura: Santiago 5, 7 - 10

Evangelio del Día:

Mateo  11: 2 - 11


2 Juan, que en la cárcel había oído hablar de las obras de Cristo, envió a sus discípulos a decirle:
3 «¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?»
4 Jesús les respondió: «Id y contad a Juan lo que oís y veis:
5 los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva;
6 ¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!»
7 Cuando éstos se marchaban, se puso Jesús a hablar de Juan a la gente: «¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento?
8 ¿Qué salisteis a ver, si no? ¿Un hombre elegantemente vestido? ¡No! Los que visten con elegancia están en los palacios de los reyes.
9 Entonces ¿a qué salisteis? ¿A ver un profeta? Sí, os digo, y más que un profeta.
10 Este es de quien está escrito: He aquí que yo envío mi mensajero delante de ti, que preparará por delante tu camino.
11 «En verdad os digo que no ha surgido entre los nacidos de mujer uno mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es mayor que él.

Tomado de: http://www.ewtn.com/devotionals/lecturas.asp#15

Alegría, Pobreza y Espera (Presione Aquí)

Homilía del Pbro. Jaime Rivera Bohórquez. 

Preguntas:

- ¿En qué consiste la verdadera alegría?
- ¿Qué es la pobreza evangélica?
- ¿Cuál es la invitación del evangelio para mi vida en este tercer domingo de adviento?

Tarea de la Semana:

Rezar la Novena de Navidad con gran fe, preparándonos para el nacimiento de Jesús.

Realizar la Oración para la Tercera Semana de Adviento:

ORACIÓN PARA ENCENDER LAS VELAS DE LA CORONA DE ADVIENTO

En las tinieblas se encendió una luz, en el desierto clamó una voz.
Se anuncia la buena noticia: ¡El Señor va a llegar!
¡Preparen sus caminos, porque ya se acerca!
Adornen su alma como una novia se engalana el día de su boda.
¡Ya llega el mensajero!. Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.

Cuando encendemos estas tres velas
cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya para que brilles,
llama para que calientes.
¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos en tu luz, caliéntanos en tu amor!







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