Homilía de la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, 18 de junio.
Lecturas del Día:
Primera Lectura: Deuteronomio 8:2-3, 14-16
Salmo Responsorial: Salmo 147:12-15, 19-20
Segunda Lectura: I Corintios 10:16-17
Evangelio del Día:
Juan 6:51-58
51 Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.»
52 Discutían entre sí los judíos y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
53 Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día.
55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida.
56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él.
57 Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí.
58 Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre.»
Tomado de: http://www.ewtn.com/espanol/lecturas-del-d%EDa.asp?date=2017-06-18
Homilía del Pbro. Jaime Rivera Bohórquez
Preguntas:
- ¿Qué significa para nosotros el pan y el vino?
- ¿Cómo se relaciona el maná del desierto con Jesús?
- ¿Qué se necesita para reconocer a Jesús en la eucaristía?
- ¿Qué significa convertirse en lo que se come?
Tarea de la Semana:
Asistir a una capilla de Adoración al Santísimo por lo menos una vez durante esta semana, y orar.
Oración al Santísimo Sacramento:
Te doy gracias Señor
Padre Santo,
Dios Todopoderoso y eterno
porque aunque soy un siervo pecador
y sin mérito alguno,
has querido alimentarme
misericordiosamente
con el cuerpo y la sangre
de tu hijo Nuestro Señor
Jesucristo.
Que esta sagrada comunión
no vaya a ser para mi
ocasión de castigo
sino causa de
perdón y salvación.
Que sea para mi armadura
de fe, escudo de buena voluntad;
que me libre de todos mis vicios
y me ayude a superar
mis pasionres desordenadas;
que aumente mi caridad
y mi paciencia
mi obediencia y humildad,
y mi capacidad para hacer el bien.
Que sea defensa inexpungable
contra todos mis enemigos,
visibles e invisibles;
y guía de todos
mis impulsos y deseos
Que me una más intimamente a ti,
único y verdadero Dios
y me conduzca con seguridad
al banquete del cielo,
donde tu, con tu hijo
y el Espíritu Santo,
eres luz verdadera,
satisfacción cumplida
gozo perdurable
y felicidad perfecta.
Por Cristo, Nuestro Señor
Amén
Tomada de: https://www.aciprensa.com/Oracion/santisimo.htm
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