lunes, 4 de noviembre de 2013

Charlemos Sobre... La Compasión

Homilía del Domingo XXXI del Tiempo Ordinario, 3 de Noviembre


Lecturas del Día:

Primera Lectura: Sabiduría 11, 22 - 12, 2
Salmo Responsorial: Salmo 145, 1 - 2; 8 - 11; 13 - 14
Segunda Lectura: 2 Tesalonicenses 1, 11 - 2, 2

Evangelio del Día:

Lucas  19: 1 - 10

1Habiendo entrado en Jericó, atravesaba la ciudad.
2Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico.
3Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura.
4Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí.
5Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: «Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa.»
6Se apresuró a bajar y le recibió con alegría.
7Al verlo, todos murmuraban diciendo: «Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador.»
8Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: «Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruplo.»
9Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham,
10pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.»




La Compasión de Jesús

Preguntas: 

- ¿En qué se diferencia la actitud de Jesús y la de los demás frente a Zaqueo? ¿cuál es mi actitud?
- ¿Cuál es el fruto de la compasión de Jesús a Zaqueo?
- ¿Qué es entonces la misericordia y cómo podemos practicarla hoy?

Tarea de la Semana:

Voy a pedir a Dios en oración que me quite un prejuicio que tenga sobre alguien. Después, hablaré bien y tendré un acto de misericordia por esa persona.
Realizar un acto de misericordia y compasión esta semana por alguien.

Oración:
Señor Jesús, a través de Zaqueo me enseñas que la fe no se trata de apariencias, sino de amor pleno y verdadero por aquel que lo necesita sin importar quién sea. Ayúdame a ver a mis hermanos con bondad y con las manos dispuestas a compartir con todos, rompiendo mis propios prejuicios y mi indiferencia. Quiero ser como tú, plenamente libre. Amén.  

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