viernes, 2 de agosto de 2019

Vi...vencias...Saber Pedir






 Para que lean el ESCRITO con buena música..




Saber Pedir

Hace algún tiempo atrás mientras me certificaba como Coach de vida escuche una frase que delineo mucho mi manera actual de pensar y le dio sentido a muchas creencias con las que he vivido los últimos 18 años. La frase es la siguiente:

“Quien no sabe pedir empobrece su vida y esta condenado a vivir con sus propios recursos” 
Cuanta razón tenia Santiago cuando escribió:  “Desean algo y no lo consiguen. Matan y sienten envidia, y no pueden obtener lo que quieren. Riñen y se hacen la guerra. No tienen, porque no piden”.  (Santiago 4:2)

Lograr nuestras metas, sentirnos satisfechos tanto física como emocional y aun espiritualmente tiene muchísimo que ver con saber pedir.A lo largo de los años en que me he desempeñado como consejero, coach y ministro cristiano, mas confirmo el poder que tiene saber pedir. Constantemente escucho historias de matrimonios dolidos y hasta rotos porque no obtienen el uno del otro lo que necesitan. Hijos lastimados por que sienten que sus padres no saben sus verdaderas necesidades y terminan en malos pasos por no haber encontrado en el hogar lo que necesitaban. Miembros de iglesias frustrados, amargados y hasta acostumbrados con una vida espiritual mediocre o hasta miserable, todo por no saber pedir lo que sus almas necesitan. Trabajadores enojados y rebeldes con sus jefes o en sus centros de trabajo. No saber pedir afecta todas las áreas de la vida.

Pero antes de seguir necesitas hacerte las siguientes preguntas:

¿Tengo claro cuales son mis necesidades? Si las tengo claras ¿Pido ayuda?

Y si no pido, ¿Dónde observo dificultad para pedir?

¿Cuál es el carácter de mis dificultades?

¿Qué me frena?

Existen algunas precondiciones, por así decirlo, que nos llevan a pedir:

Debemos tener el juicio de que algo falta.  “Me falta comunicación con mi pareja”. “Siento que mi jefe en el trabajo no me entiende”. “Me falta disciplina para bajar de peso o administrar mejor mis finanzas”. “Me falta autocontrol, cuando me enojo exploto”. Etc.

Podemos referirnos a este factor como una inquietud.

Pedimos solo aquello que nos interesa. Solo pediremos aquellas cosas que consideremos realmente importantes para nosotros. Cuando no lo pedimos es una indicación de que en lo profundo no lo queremos verdaderamente tanto como decimos quererlo.

Solo pediremos cuando creemos que aquello que falta es posible generarlo. Si, por el contrario, poseo el juicio de que no es posible, consideraré que es absurdo pedirlo. En este punto es donde la mayoría nos enfrentamos con nuestras propias creencias limitantes. Muchas personas a las que les pregunto: ¿Por qué no haz hablado con tu esposa de esto? Lo que contestan es: “Es que ya se lo pedí y no cambio nada” ¿Si ves que hace falta algo en tu iglesia a la que perteneces ¿por qué lo hablas y lo pides? “Es que las cosas ya son así, esto no va a cambiar”

¿Qué ideas bloquean el pedir?

“Descubrirán que no sé”
“Muestro que soy vulnerable”
“Quedo comprometido”
“Voy a molestar”
“¿Pero quién soy yo para pedirle esto a…?”
“Me van a decir que no”
“Me pueden decir que no”
“Si me dicen que no, me estarían rechazando”, etc.

Como ves, las barreras principales y mas fuertes que tenemos que enfrentar en el arte de pedir no tienen que ver con la otra persona o la familia o la organización a la que pertenecemos. Esas barreras están clavadas en lo mas profundo de nuestro ser. Lo que en realidad nos bloquea a la hora de querer pedir algo que necesitamos son nuestros miedos e inseguridades. El miedo a ser rechazado, a sentirte menos que los demás, el miedo a demostrar que no puedes solo, que no sabes todo y al final el terror a aceptar que solo eres un ser humano que necesita ayuda. Parece irónico pero así es. En el mundo que vivimos se enaltece las apariencias sobre la verdad. Muchas de las personas que vienen a mi por ayuda y yo mismo, cuando me siento insatisfecho, frustrado y cansado de mis malas relaciones con los demás, de no alcanzar lo que deseo u obtener lo que necesito, es porque estamos tratando con todas nuestras fuerzas de aparentar algo que pensamos que la sociedad o nuestros padres, nuestra comunidad o amigos esperan de nosotros.



El arte de saber pedir es una de las competencias conversacionales claves  en la vida de los individuos y en el desempeño de las organizaciones.



El saber pedir esta ligado por completo al arte de saber conversar y la manera en que usamos nuestro lenguaje. Si alguien gusta este podría ser el tema del siguiente post.


“Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre”. (Mateo 7:8)

Alberto Machuca.



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