Charlemos Sobre...¡Tomar una Decisión!

Homilía del XXI Domingo Ordinario, 26 de agosto.

Lecturas del Día

Primera Lectura: Josué 24:1-2, 15-18

Salmo Responsorial: Salmo 34:2-3, 16-21

Segunda Lectura: Efesios 5:21-32

Evangelio del Día:

Juan 6:60-69

60 Muchos de sus discípulos, al oírle, dijeron: «Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo?»

61 Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: «¿Esto os escandaliza?

62 ¿Y cuando veáis al Hijo del hombre subir adonde estaba antes?...

63 «El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida.

64 «Pero hay entre vosotros algunos que no creen.» Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar.

65 Y decía: «Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre.»

66 Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él. 

67 Jesús dijo entonces a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?»

68 Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna,

69 y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios.»

Tomado de: http://www.ewtn.com/espanol/lecturas-del-d%EDa.asp?date=2018-08-26

Homilía XX del Tiempo Ordinario 19 de Agosto 2016.


E S C U C H A R        &       P R A C T I C A R...

Homilía del Pbro. Jaime Rivera Bohórquez 

Preguntas:

- ¿Qué nos exige a los creyentes la realidad que estamos viviendo en la actualidad?

- ¿Por qué es necesario diferenciar entre la incoherencia humana y la del evangelio?

- ¿Qué es la alteridad? ¿por qué es contraria a la propuesta del Evangelio?

- ¿Cuál es la diferencia entre la propuesta individual de la sociedad y la propuesta de comunión del Evangelio?

Tarea de la Semana:

En los momentos en los que siento que no tengo deseos ni ganas de vivir la fe, pedir al espíritu santo la capacidad de levantarme y vivirla con fortaleza.

Oración:

Señor, hoy te agradezco porque me permitiste un día conocerte y conocer la fe. Te pido fortaleza y perseverancia para vivir la fe con entereza, y de esta manera decir como Pedro: ¿a quien iremos? ¡Sólo tú tienes Palabras de Vida Eterna!. Amén.