Homilía del V Domingo Ordinario, 04 de febrero.
Lecturas del Día:
Primera Lectura: Job 7:1-4, 6-7
Salmo Responsorial: Salmo 147:1-6
Segunda lectura: I Corintios 9:16-19, 22-23
Evangelio del Día:
Marcos 1:29-39
29 Cuando salió de la sinagoga se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.
30 La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablan de ella.
31 Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a servirles.
32 Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados;
33 la ciudad entera estaba agolpada a la puerta.
34 Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían.
35 De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración.
36 Simón y sus compañeros fueron en su busca;
37 al encontrarle, le dicen: «Todos te buscan.»
38 El les dice: «Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido.»
39 Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.
Tomado de: http://www.ewtn.com/espanol/lecturas-del-d%EDa.asp
Preguntas:
- ¿Qué cambios genera Jesús en la relación del pueblo judío con el Señor?
- ¿Cómo nos enseña Jesús a acercarnos al Padre?
- ¿Veo a Dios como un problema, o como una solución?
- ¿Cuál es la fiebre de la cual nos quiere sanar el Señor?
- ¿Cuál es la fiebre de la cual nos quiere sanar el Señor?
Tarea de la Semana:
Hablarse a sí mismo frente al espejo, preguntándose acerca de sus propias actitudes.
Oración:
Señor, tú lo sabes todo y conoces las fiebres de las cuales padezco. Hoy te quiero pedir que me sanes de ellas con el poder de tu palabra, que renueve mi corazón y me permita impulsarme a acercarme a mis hermanos y dejar el egoísmo para seguir tus pasos y amar profundamente, amén.
Oración:
Señor, tú lo sabes todo y conoces las fiebres de las cuales padezco. Hoy te quiero pedir que me sanes de ellas con el poder de tu palabra, que renueve mi corazón y me permita impulsarme a acercarme a mis hermanos y dejar el egoísmo para seguir tus pasos y amar profundamente, amén.
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