La Vida es un conjunto de DETALLES y nos direccionan a las pequeñas DECISIONES...
Ruben Blades, Decisiones- Panamá.
| Mateo 13: 44 - 52 | |
| 44 | «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.» |
| 45 | «También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, |
| 46 | y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra. |
| 47 | «También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases; |
| 48 | y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos. |
| 49 | Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos |
| 50 | y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. |
| 51 | «¿Habéis entendido todo esto?» Dícenle: «Sí.» |
| 52 | Y él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo.» http://www.ewtn.com/devotionals/lecturas_07jul2014.asp#27 |
| Mateo 13: 24 - 43 | |
| 24 | Otra parábola les propuso, diciendo: «El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. |
| 25 | Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue. |
| 26 | Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la cizaña. |
| 27 | Los siervos del amo se acercaron a decirle: "Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?" |
| 28 | El les contestó: "Algún enemigo ha hecho esto." Dícenle los siervos: "¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?" |
| 29 | Díceles: "No, no sea que, al recoger la cizaña, arranquéis a la vez el trigo. |
| 30 | Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi granero."» |
| 31 | Otra parábola les propuso: «El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo. |
| 32 | Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas.» |
| 33 | Les dijo otra parábola: «El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo.» |
| 34 | Todo esto dijo Jesús en parábolas a la gente, y nada les hablaba sin parábolas, |
| 35 | para que se cumpliese el oráculo del profeta: Abriré en parábolas mi boca, publicaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo. |
| 36 | Entonces despidió a la multitud y se fue a casa. Y se le acercaron sus discípulos diciendo: «Explícanos la parábola de la cizaña del campo.» |
| 37 | El respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; |
| 38 | el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno; |
| 39 | el enemigo que la sembró es el Diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. |
| 40 | De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo. |
| 41 | El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los obradores de iniquidad, |
| 42 | y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. |
| 43 | Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga. |
| Mateo 11: 25 - 30 | |
| 25 | En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. |
| 26 | Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. |
| 27 | Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. |
| 28 | «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. |
| 29 | Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. |
| 30 | Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.» |