sábado, 25 de febrero de 2017

Vi...vencias...¡CULPABLE!




¡CULPABLE! 

Eres un hombre y no un ángel, así es, a veces te equivocas, y te atreves a decir, no lo que todos quieren oír sino lo que el Espíritu Santo te inspira. Desacomodaste a la curia romana y te atreviste a decirle a los obispos del mundo que un pastor debía tener el olor de sus ovejas.Mientras el mundo dice justicia, tú dices misericordia.

Rompiste el riguroso protocolo de Roma, y tomaste el camino de la sencillez y la austeridad.
Te fuiste a vivir con los obispos a la casa de huéspedes ocupando una sencilla habitación, y evitaste el lujo y la predilección de los palacios.

Te han encontrado visitando inmigrantes en las periferias de Roma, visitando las cárceles, desayunando con mendigos, besando a los leprosos e inválidos, alzando a los niños, consolando a las viudas, y las víctimas de la persecución y la guerra. Te acusan de no ser san Juan Pablo II, ni Benedicto XVI, eres Francisco! Te han acusado de acoger a los divorciados y atreverte a decir que por los sacramentos no se cobra. Golpeaste en su talón a la masonería que desde tanto tiempo atrás, ha tratado de manchar el nombre de la Iglesia.

Las gentes querían un juez y has sido un pastor, querían un leguleyo y un fariseo y te declaras a ti mismo un simple pecador, un hombre necesitado de Dios.
Con simpleza dices que no eres más que el obispo de Roma. Ni siquiera te haces llamar "su santidad", prefieres ser tan solo Francisco. 

Por esto, y por muchas cosas más, el mundo te declara: culpable!
Dios te bendiga, una y mil veces Dios te bendiga y la Virgen te cuide, por haber escogido ser tan solo Francisco.                                                                     Por: Felipe Gómez




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