Lecturas del Día:
Primera Lectura: Isaías 43:16-21
Salmo Responsorial: Salmo 126:1-6
Segunda Lectura: Filipenses 3:8-14
Evangelio del Día:
Juan 8:1-11
1 Mas Jesús se fue al monte de los Olivos.
2 Pero de madrugada se presentó otra vez en el Templo, y todo el pueblo acudía a él. Entonces se sentó y se puso a enseñarles.
3 Los escribas y fariseos le llevan una mujer sorprendida en adulterio, la ponen en medio
4 y le dicen: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio.
5 Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?»
6 Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acuasarle. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra.
7 Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra.»
8 E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra.
9 Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer, que seguía en medio.
10 Incorporándose Jesús le dijo: «Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado?»
11 Ella respondió: «Nadie, Señor.» Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más.»
Tomado de: http://www.ewtn.com/espanol/lecturas-del-d%EDa.asp
Homilía del Pbro. Jaime Rivera Bohórquez
Preguntas:
- ¿Porqué decimos que la mirada del cristiano debe estar en el porvenir y no en lo pasado?
- ¿Cuál es el propósito de los fariseos al hacer la pregunta sobre la mujer adúltera a Jesús?
- ¿Porqué debemos comprometernos a erradicar el mal de nuestra vida y sociedad?
Tarea de la Semana:
Reflexionar si me estoy quedando con la mirada en el pasado, o si ya he soltado mis cargas.
Revisar cuáles son aquellos pecados sociales que estamos cometiendo, y de qué manera los podemos combatir.
Oración:
Señor, hoy quiero ofrecerte mi oración sincera, reconociendo que cometo miles de errores todos los días, así como todos mis hermanos. Por eso te buscamos Señor, porque a pesar de nuestro pecado, tú nos recibes y llenas nuestra vida de sentido. Ayúdanos a tener la humildad de reconocernos pecadores ante tus ojos, y que podamos de esta manera ver con misericordia a los que nos rodean comprendiendo que todos tenemos un lugar en tu reino, Amén.
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